¿Quieres saber cómo limpiar el polvo y los alérgenos en la oficina? Sigue leyendo, en esta guía aprenderás cómo hacerlo de la forma correcta.
No importa lo que te esfuerces por mantener tu oficina limpia, el polvo y los alérgenos parecen estar siempre rondando. El exceso de polvo no sólo puede causar problemas respiratorios, sino que también puede dar a la oficina un aspecto de descuido y poco profesional.
Limpiar estas partículas no es tan difícil como parece, todo lo que necesitas es un poco de conocimiento y algunas herramientas sencillas.
En este artículo, repasaremos las mejores formas de eliminar el polvo y los alérgenos de tu oficina de una vez por todas. Desde consejos para aspirar hasta purificadores de aire y mucho más, te darás cuenta que podrás crear un entorno seguro para todos en muy poco tiempo.
Consejos de limpieza para reducir el polvo y los alérgenos
El polvo y los alérgenos pueden ser un gran problema en cualquier oficina, especialmente si tienes empleados que sufren alergias o asma. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a mantener tu oficina limpia y libre de polvo y alérgenos:
- Utiliza una aspiradora con filtro HEPA para aspirar regularmente todas las alfombras y muebles tapizados.
- Utiliza una trapeadora o un paño húmedo para limpiar los suelos duros.
- Quita el polvo de todas las superficies con un paño húmedo o un plumero de microfibra.
- Reduce al mínimo las plantas de la oficina, ya que pueden acumular polvo y polen.
- Anima a los empleados a limpiar a menudo sus propias áreas de trabajo, incluidos sus teclados, monitores y teléfonos.
- Instala purificadores de aire en toda la oficina para ayudar a eliminar el polvo y los alérgenos del aire.
Cómo limpiar el polvo y los alérgenos en la oficina: Aspirado regular
Para mantener a raya el polvo y los alérgenos en la oficina, es imprescindible pasar la aspiradora con regularidad. Pero no sirve cualquier aspiradora: debes asegurarte de utilizar una diseñada específicamente para su uso en oficinas.
Las aspiradoras de oficina suelen ser mucho más potentes que las aspiradoras domésticas convencionales, lo que las hace más eficaces a la hora de recoger incluso las partículas de polvo más pequeñas. Y como están diseñadas para su uso en espacios más grandes, pueden cubrir mucho terreno rápidamente.
A la hora de aspirar la oficina, intenta hacerlo al menos una vez a la semana. Si es posible, intenta pasar el aspirador fuera de las horas punta, cuando hay menos gente y no tienes que preocuparte por incomodar a nadie.
Empieza aspirando primero las zonas enmoquetadas y luego pasa a los suelos duros. Presta especial atención a las zonas donde tiende a acumularse el polvo, como debajo de los escritorios y en las esquinas. Y no olvides vaciar la bolsa o el recipiente de la aspiradora cuando termines; de lo contrario, todo ese polvo acabará justo donde empezó.
Limpieza rutinaria
A la hora de limpiar el polvo de la oficina, hay algunas zonas clave en las que debes enfocarte. Se trata de superficies como escritorios, mesas, encimeras y estanterías.
Empieza por quitar el polvo de cualquier superficie visible con un paño seco o un plumero. Si hay zonas de difícil acceso, utiliza un aspirador con un cepillo suave para eliminar el polvo.
Asegúrate de limpiar también los aparatos electrónicos de la oficina, como ordenadores, impresoras y teléfonos. Utiliza un paño limpio y seco para limpiar estas superficies. Evita utilizar agua o soluciones limpiadoras en los aparatos electrónicos, ya que pueden resultar averiados.
Por último, no te olvides de los marcos de las puertas, alféizares, rodapiés y otras superficies verticales. Un rápido repaso con un plumero o un paño ayudará a eliminar el polvo y los alérgenos persistentes.
Friega las superficies duras
Para fregar las superficies de suelo duro, empieza barriendo el suelo con una escoba para eliminar la suciedad y los restos sueltos. A continuación, llena un cubo con agua caliente y una solución limpiadora suave.
Sumerge la trapeadora en el cubo, escúrrela y friega el suelo en pequeñas secciones. Enjuaga la trapeadora con frecuencia en el cubo de agua limpia para evitar esparcir la suciedad y los residuos.
Aspira alfombras y felpudos
Cuando se trata de mantener limpia la oficina, es importante pasar la aspiradora con regularidad, lo que incluye aspirar las alfombrillas y moquetas. Esto no sólo ayudará a eliminar el polvo y la suciedad, sino también los alérgenos que pueden provocar alergias o asma.
Para aspirar alfombrillas y moquetas de forma eficaz, empieza utilizando un cepillo para eliminar la suciedad.
A continuación, cambia al ajuste adecuado de la aspiradora: si tienes una zona alfombrada, utiliza el ajuste vertical; si tienes un suelo de madera, utiliza el ajuste de suelo desnudo. Por último, asegúrate de aspirar lenta y uniformemente para no pasar por alto ningún punto.
¿Con qué frecuencia debe limpiarse un lugar de trabajo para reducir el polvo y los alérgenos?
Para reducir el polvo y los alérgenos en el lugar de trabajo, es importante limpiar con regularidad. Dependiendo del tamaño del espacio y del número de personas que trabajen en él, la frecuencia de la limpieza variará. Sin embargo, como regla general, los espacios de oficina deben limpiarse al menos una vez a la semana.
Esto ayudará a eliminar cualquier acumulación de polvo y alérgenos que puedan causar problemas a los empleados alérgicos o asmáticos.
Si tienes empleados alérgicos o asmáticos, es posible que tengas que limpiar más de una vez a la semana. También debes prestar especial atención a las zonas donde pueden acumularse polvo y alérgenos, como alfombras, muebles tapizados y persianas.
Limpiar el polvo de estas zonas con regularidad ayudará a mantener bajo el nivel de alérgenos y hará que el lugar de trabajo sea más cómodo para todos.
¿La limpieza de la oficina ayuda a combatir el polvo y las alergias?
Sí, limpiar la oficina ayuda a combatir el polvo y las alergias. El polvo es un gran desencadenante de las alergias, y si puedes mantener tu oficina limpia, ayudará a reducir la cantidad de polvo en el aire.
Los alérgenos también pueden acumularse en las superficies, por lo que es importante limpiar todas las superficies de la oficina con regularidad.
Cuando estés preparado para tener una oficina sin polvo ni alérgenos, puedes hacer algunas cosas para que la transición sea lo más suave posible. Una de las cosas más importantes es tener un plan y saber qué hay que hacer para que la oficina sea segura para todos.
El primer paso consiste en identificar las zonas de la oficina con más probabilidades de tener polvo o altas concentraciones de alérgenos. Suelen ser lugares donde hay mucha actividad o donde la gente pasa mucho tiempo. Una vez identificadas estas zonas, puedes tomar medidas para limpiarlas con mayor eficacia.
Limpiar el polvo es una de las cosas más importantes que puedes hacer para reducir el polvo y los alérgenos en tu oficina.
El polvo suele acumularse en las superficies que no se limpian con regularidad, por lo que es importante asegurarte de limpiarlo de todas las superficies, incluidos escritorios, estanterías, armarios y ordenadores. Se recomienda utilizar un paño húmedo o un spray para evitar esparcir el polvo.
Aspirar es otra forma eficaz de eliminar el polvo y los alérgenos de la oficina. Asegúrate de aspirar alfombras, suelos, muebles tapizados y cualquier otra superficie en la que pueda acumularse polvo.
Utiliza una aspiradora con filtro HEPA para atrapar las pequeñas partículas que podrían causar alergias. Por último, mantén la oficina limpia y despejada. El desorden puede esconder polvo y alérgenos, por lo que es importante mantener las superficies despejadas.
Si estás interesado en contratar un servicio de limpieza profesional para tu oficina, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para asesorarte y brindarte toda la información que necesitas.