Si hay una estancia de una vivienda en la que no se puede pasar desapercibida esa es la limpieza de baños. Y más aún cuando el verano aprieta, en los días de verano, porque es más fácil que se desarrollen microrganismos y bacterias con la humedad y las altas temperaturas propias de esas estancias.
El verano suele coincidir con una etapa de vacaciones y podríamos tener la tentación de relajarnos en lo que a la limpieza de baños se refiere. Un grave error que podemos evitar con unos pequeños trucos que faciliten estas tareas, pero sin que se minimice la eficacia.
En primer lugar hay que señalar que conviene invertir un poco más en productos de calidad. Es una medida que nos puede garantizar los mejores resultados, con el mínimo esfuerzo. Piensa que muchos gérmenes y bacterias son resistentes a casi todos los agentes desinfectantes, así tendremos que asegurarnos que usamos los que sí los eliminan.
Hay que hacer especial hincapié en el tema del moho, probablemente el más frecuente y dañino de todos los problemas que hay que hacer en la limpieza de baños. Por eso, es uno de los puntos en los que hay que insistir. Una buena ventilación es esencial para evitar la aparición del moho, especialmente cuando acabamos de usarlo. En verano, la frecuencia de las duchas por ejemplo es mayor, por lo tanto debemos incrementar este cuidado. Además, hay que secar bien todos los rincones donde llega el agua.
Y, un toque más. El espejo es uno de los lugares donde más visible se hace esa limpieza. Así que mejor mantenerlo impecable.
La limpieza de baños , no hay que descuidarnos en limpiarlos a diarios , ya que son unos de los sitios mas frecuentados por nosotros , por eso hay que mantenerlos desinfectados y limpios , para que no hayga esos malos olores cuando nos descuidamos de ellos.