El mantenimiento de ciertos elementos que forman parte de una vivienda es especialmente incómodo, como es el caso de las persianas. En este caso concreto la dificultad de la limpieza de las persianas deriva de su propia estructura porque exige que se limpie cada una de las lamas que la componen y no son pocas, en ningún caso.Persianas limpias
Como siempre, el mejor consejo es que no dejemos pasar mucho tiempo sin limpiarlas, para evitar que se acumule la suciedad. De hecho, si nos acostumbramos a pasar un plumero de lana, que retenga mejor la suciedad y el polvo, al menos una vez a la semana o cada diez días, nunca vamos a necesitar de sistemas más complicados.
Cómo se limpian las persianas
Eso sí, debemos de hacer esta limpieza de forma correcta. Es decir, iremos lama a lama, empezando por las que están situadas más arriba y descendiendo, siempre de lado a lado en sentido horizontal para que no se descuelguen o deformen.
Es mejor no usar productos químicos ni pulverizadores directamente sobre la superficie. Como los materiales más habituales en los que se fabrican las persianas son el plástico, la madera o el aluminio, bastará con pasarles de vez en cuando una bayeta ligeramente humedecida. En persianas de tela con manchas no hay más remedio que llevarlas a la tintorería.
En el caso de persianas metálicas o de vinilo que estén muy sucias, lo más cómodo es descolgarlas y llevarlas al patio o la bañera. Pasar un cepillo suave humedecido en agua con unas gotas de lavavajillas. Después, se aclaran con una manguera o la alcachofa de la ducha y se elimina inmediatamente el exceso de agua pasando el dedo.
Tambien podemos limpiar las persianas con una vaporeta en esos lugares que no podemos llegar facilmente , con un paño limpio y la vaporeta , podemos sacar la suciedad .